Las melazas pueden administrarse en forma líquida, tanto en el campo como en los establos, extendiéndola sobre el forraje en los comederos
Sin embargo, la forma más frecuente del uso de melazas es mezclarla con otros ingredientes en forma de piensos compuestos, especialmente si éste es granulado o como parte de raciones unifeed en carros mezcladores.
Si bien en un principio la utilización de melazas era para ganado vacuno, actualmente éstas también entran a formar parte de los piensos con que se alimentan caballos, cerdos, corderos, aves y conejos.
Otro de los empleos que tiene la melaza es como aditivo a los ensilados, puesto que su alto contenido en azúcares permite unas fermentaciones que eliminan la presencia de bacterias no deseadas en el ensilado. Estas son algunas cifras orientativas de las cantidades que se pueden administrar a diversos grupos de animales:
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Ganado vacuno de carne | 10% |
Ganado vacuno de leche | 5-10% |
Ganado ovino y caprino | 5-10% |
Ganado porcino | 2,5-8% |
Ganado equino | 5-10% |
Aves | 2-3% |
En el caso concreto del ganado vacuno lechero las raciones formuladas incluyen en ocasiones niveles de inclusión de melaza superiores al 10%. Lo aconsejable es empezar por 500 gramos diarios hasta llegar al consumo de 2 kilos diarios por animal
Las melazas pueden incluirse en raciones para ganado ovino en proporciones similares a las usadas en raciones para vacuno de leche. Además los carbohidratos de las melazas pueden servir para el mantenimiento de la salud durante la estación de paridera.
Para ganado porcino se suele emplear melaza en las proporciones que se indican a continuación:
Piensos para lechones – 2,5%
Piensos para cebo – 6-8%
Piensos para cerdas – 8%